Bautismo- Se puede bautizar dos veces
Que los que una vez han sido lavados en el nombre del Señor Jesucristo , no deben ser rebautizados.
1. Observo que se ha preguntado entre los hermanos qué comportamiento se debe adoptar especialmente hacia las personas que, aunque bautizados en herejía , han sido bautizados en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, y posteriormente se han apartado de su herejía, y huyendo como suplicantes a la Iglesia de Dios, deben arrepentirse de todo corazón, y sólo ahora percibiendo la condenación de su error , implorar de la Iglesia el auxilio de la salvación.
La cuestión es si, según la más antigua costumbre y tradición eclesiástica , bastaría, después del bautismo que han recibido fuera de la Iglesia , ciertamente, pero siempre en el nombre de Jesucristo nuestro Señor, que sólo se les impusieran las manos. por el obispo para recibir el Espíritu Santo, y esta imposición de manos les daría el renovado y perfeccionado sello de la fe; o si, en efecto, les sería necesaria una repetición del bautismo, como si no recibieran nada si no hubieran obtenido el bautismo de nuevo, como si nunca hubieran sido bautizados en el nombre de Jesucristo.
Y por eso se habló de algunas cosas como escritas y se respondieron sobre esta nueva pregunta, en la que ambas partes se esforzaron con el mayor ardor en demoler lo que habían escrito sus antagonistas.
En este tipo de debate, me parece, no podría haber surgido ninguna controversia o discusión si cada uno de nosotros se hubiera contentado con la venerable autoridad de todas las iglesias y con la debida humildad no hubiera querido innovar nada, como observando.
No hay ningún tipo de lugar para la contradicción. Por todo lo que es a la vez dudoso y ambiguo, y se fundamenta en opiniones divergentes entre los hombres prudentes y fieles, si se juzga que va contra la antigua, memorable y solemnísima observancia de todos aquellos hombres santos y fieles que lo han merecido, seguramente debería ser condenado; ya que en un asunto una vez arreglado y ordenado, cualquier cosa que se presente contra la tranquilidad y la paz de la Iglesia, no resultará más que discordias, contiendas y cismas.
Y en esto no se puede encontrar ningún otro fruto sino éste solo; que un hombre, sea quien sea, sea en vano y gloriosamentedeclarado entre ciertos hombres volubles de gran prudencia y constancia; y, dotado de la arrogancia de los herejes , cuyo único consuelo en la destrucción es no parecer pecador solo, debe ser renombrado entre los que le son más semejantes y agradables, como haber corregido los errores y vicios de todas las iglesias.
Porque este es el deseo y propósito de todos los herejes, formular tantas calumnias de esta especie como sea posible contra nuestra santísima madre la Iglesia, y tener por gran gloria haber descubierto cualquier cosa que se le pueda imputar como delito. o incluso como una locura.
Y dado que no es propio de ningún hombre fiel y en su sano juicio atreverse a sostener tal punto de vista, especialmente nadie que haya sido ordenado en ningún oficio clerical, y mucho más en el orden episcopal, es como un prodigio para los propios obispos idear tal idea. escándalos, y no temer desarrollarse demasiado irreverentemente contra el precepto de la ley y de todas las Escrituras, con su propia desgracia y riesgo, la desgracia de su madre la Iglesia, si piensan que hay alguna desgracia en este asunto; aunque la Iglesia no tiene ninguna desgracia en este caso, salvo el error de hombres como estos.
Por lo tanto, el pecado es más grave en hombres de esta clase, si lo que ellos censuran en la observancia más antigua, como si no se hubiera hecho correctamente, se demuestra manifiesta y contundentemente que también fue observado correctamente por aquellos que lo fueron. ante nosotros, como para ser observado correctamente también por nosotros.
De modo que incluso si nos involucramos en la controversia con argumentos iguales en ambos lados, sin embargo, dado que lo que fue innovado no podría establecerse sin disensión entre los hermanos y daño a la Iglesia, ciertamente no debería ser así, ya sea correcto o incorrecto, según ellos. digamos, es decir, contrario a lo que es bueno y apropiado: arrojarlo precipitadamente como una mancha sobre nuestra madre la Iglesia; y la ignominia de esta audacia e impiedad debe atribuirse con razón a quienes lo intenten.
Pero como no está en nuestra mano, según el precepto del apóstol, hablar la misma cosa, que no haya cismas entre nosotros; 1 Corintios 1:10 sin embargo, en la medida de lo posible, nos esforzamos por demostrar la verdaderacondición de este argumento, y para persuadir a los hombres turbulentos, incluso ahora, a que se ocupen de sus propios asuntos, ya que incluso lograremos mucho si finalmente aceptan este sano consejo.
Y por lo tanto, según sea necesario, reuniremos en una sola masa todos los pasajes de las Sagradas Escrituras que sean pertinentes a este tema. Y armonizaremos manifiestamente, en la medida de lo posible, aquellos que parezcan diferentes o de diferente significado; y, en la medida de nuestra escasa capacidad, examinaremos tanto la utilidad como la ventaja de cada método, para que podamos recomendar a todos los hermanos, que se adopte en la Iglesia la forma más saludable y la costumbre más pacífica.
2. A éstos, pues, como aproximación a la discusión sobre el bautismo salvífico y moderno, es decir, espiritual y evangélico, se les presenta ante todo el anuncio universalmente conocido, hecho y iniciado por Juan Bautista, quien, apartándose un poco de la ley, es decir, desde el bautismo más antiguo de Moisés, y la preparación del camino de la gracia nueva y verdadera , preocuparon gradualmente los oídos de los judíos por el bautismo de agua y de arrepentimiento que durante el tiempo practicaba, y tomaban posesión de ellos con el anuncio del bautismo espiritual que había de venir, exhortándolos y diciendo: El que viene detrás de mí, de quien no soy digno de desatar la correa del zapato, es más poderoso que yo; él os bautizará en el Espíritu Santo , y con fuego; Mateo 3:11 y por esto también nosotros debemos comenzar este discurso desde este punto.
Porque en los Hechos de los Apóstoles, el Señor después de su resurrección , confirmando esta misma palabra de Juan, les mandó que no se apartaran de Jerusalén, sino que esperaran aquella promesa del Padre que, dice , habéis oído de mí; porque Juan verdaderamente bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días. Hechos 1:4-5 Y también Pedro contó estas mismas palabras del Señor, cuando dio cuenta de sí mismo a los apóstoles, diciendo: Y cuando comencé a hablar, el Espíritu Santo cayó sobre ellos como sobre nosotros al principio; y me acordé de la palabra del Señor, que dijo: Juan a la verdad bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo.
Si, pues, les dio a ellos un don igual que a nosotros, que creemos en el Señor Jesucristo , ¿quién era yo para poder resistir al Señor? Hechos 11:15-17
Y además: Varones hermanos, vosotros sabéis cómo desde la antigüedad Dios escogió entre nosotros, para que los gentiles por mi boca oyeran la palabra del evangelio y creyeran. Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio , dándoles el Espíritu Santo, así como a nosotros. Hechos 15:7-8
Y por esto debemos considerar cuál es la fuerza y el poder de este dicho. Porque el Señor dice a los que después deberían ser bautizados para creer, que no deben ser bautizados como por Él en agua para arrepentimiento, sino en el Espíritu Santo.
Y de este anuncio, como seguramente ninguno de nosotros puede dudarlo , está claro según qué principio los hombres fueron bautizados en el Espíritu Santo . Porque fue peculiarmente sólo en el Espíritu Santo mismo que los que creyeron fueron bautizados.
Porque Juan distinguió, y dijo que él ciertamente bautizaba en agua, pero que vendría uno que bautizara en el Espíritu Santo , por la gracia y poder de Dios ; y lo son por el otorgamiento y la operación de resultados ocultos del Espíritu . Además, no lo son menos en el bautismo del Espíritu y del agua.
Lo son, además, también en el bautismo de cada uno en su propia sangre, como nos lo declaran las Sagradas Escrituras , de las cuales aduciremos pruebas evidentes en cada caso particular de las cosas que narraremos.
3. Y a estas cosas, tal vez vosotros, que traéis alguna novedad, podáis responder inmediata e impacientemente, como de costumbre, que el Señor dijo en el Evangelio: El que no nace de nuevo del agua y del Espíritu , no puede entrar en el reino de los cielos.
De donde resulta manifiestamente que sólo es provechoso el bautismo en el que también puede morar el Espíritu Santo; porque sobre el mismo Señor, cuando fue bautizado , descendió el Espíritu Santo, y que su obra y su palabra están completamente en armonía, y que tal misterio no puede consistir en ningún otro principio.
A lo cual se responde que ninguno de nosotros es tan insensato ni tan terco como para atreverse, contrariamente al derecho o a la verdad , a oponerse, por ejemplo, a que se hagan las cosas en su integridad y por todos los medios en la Iglesia . y la observación de ellos según el orden de disciplina perpetuamente por nosotros.
Pero si, en el mismo Nuevo Testamento , aquellas cosas que en esa materia encontramos asociadas, se encuentran a veces de algún modo divididas, separadas, dispuestas y ordenadas como si estuvieran por sí mismas; veamos si estos casos solitarios por sí solos no pueden ser a veces tales que no sean imperfectos, sino, por así decirlo, enteros y completos.
Porque cuando por imposición de las manos del obispo se da el Espíritu Santo a todo aquel que cree, como a los samaritanos , después del bautismo de Felipe , les hicieron los apóstoles por la imposición de manos ; de esta manera también les confirieron el Espíritu Santo.
Y para que así fuera, ellos mismos oraron por ellos, porque aún el Espíritu Santo no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que sólo habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús .
Además, nuestro Señor después de su resurrección , cuando sopló sobre sus apóstoles y les dijo: Reciban el Espíritu Santo , Juan 20:22 así y sólo así les dio el Espíritu.
4. Y siendo así esto, ¿qué te parece, hermano mío? Si un hombre no es bautizado por un obispo , de modo que al mismo tiempo reciba la imposición de manos, y aún muera antes de haber recibido el Espíritu Santo , ¿debéis juzgar que ha recibido la salvación o no? Porque, en verdad, ni los mismos apóstoles ni los discípulos, que también bautizaban a otros y eran bautizados por el Señor, no recibieron inmediatamente el Espíritu Santo, porque aún no había sido dado, porque Jesús aún no había sido dado. sido glorificado.
Y después de su resurrección transcurrió no poco tiempo antes de que esto sucediera, así como también los samaritanos, cuando fueron bautizados por Felipe, no recibieron el don hasta que los apóstoles invitados de Jerusalén a Samaria descendieron a ellos para imponerles las manos, y les confirió el Espíritu Santo mediante la imposición de manos.
Porque en ese intervalo de tiempo cualquiera de ellos que no hubiera alcanzado el Espíritu Santo , podría haber sido cortado por la muerte y morir defraudado de la gracia del Espíritu Santo . Y no se puede dudar también de que en la actualidad esto es común y sucede frecuentemente, que muchos después del bautismo parten de esta vida sin la imposición de las manos del obispo , y sin embargo son estimados creyentes perfectos.
Así como el eunuco etíope , cuando regresaba de Jerusalén y leía al profeta Isaías, y dudando, habiendo oído el Espíritu la verdad de boca del diácono Felipe , creyó y fue bautizado; y cuando subió del agua, el Espíritu del Señor se llevó a Felipe, y el eunuco no le vio más.
Porque siguió su camino gozoso, aunque, como veis, el obispo no le impuso las manos para recibir el Espíritu Santo.
Pero si admites esto y crees que es salvador y no contradices la opinión de todos los fieles Es necesario confesar esto, que incluso a medida que este principio se discute más ampliamente, también se puede establecer otro más ampliamente; es decir, que por la sola imposición de manos del obispo, porque le ha precedido el bautismo en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, también sea dado el Espíritu Santo a otro hombre que se arrepienta y crea.
Porque la Sagrada Escritura ha afirmado que quien debe creer en Cristo, es necesario que sea bautizado en el Espíritu; para que también éstos no parezcan tener menos que los que son perfectamente cristianos ; no sea que sea necesario preguntar qué clase de cosa fue ese bautismo que obtuvieron en el nombre de Jesucristo.
A menos que, tal vez también en esa discusión anterior, sobre aquellos que sólo deberían haber sido bautizados en el nombre de Jesucristo , decidas que pueden ser salvos incluso sin el Espíritu Santo, o que el Espíritu Santo no está acostumbrado a ser concedido. sólo de esta manera, sino por la imposición de las manos del obispo; o incluso deberíamos decir que no es sólo el obispo quien puede otorgar el Espíritu Santo .
5. Y si esto es así, y cualquiera de estas cosas no pueden privar de la salvación al que cree, tú mismo afirmas también que el hecho de que el misterio de la fe esté dividido de una manera, y no sea, como sostenéis, consumada, cuando interviene la necesidad, no puede quitar la salvación a un hombre creyente y arrepentido. O si decís que un hombre de esta clase no puede salvarse, privamos de la salvación a todos los obispos, a quienes así comprometéis, bajo riesgos lo más seguros posibles, a obligarse a ayudar a todos los que viven bajo su cuidado, y están en mala salud, en sus distritos, dispersos arriba y abajo, porque otros hombres de menor grado entre los clérigos que se aventuran no pueden conferir el mismo beneficio; de modo que la sangre de aquellos que parezcan haber partido de esta vida sin el beneficio tendría, necesariamente, que ser requerida de manos de los obispos.
Y además, como no lo ignoréis, se encuentra que el Espíritu Santo fue dado a los hombres que creen , por el Señor sin el bautismo de agua, como está escrito de esta manera en los Hechos de los Apóstoles: Mientras Pedro aún hablaba estas cosas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oyeron la palabra.
Y los que eran de la circuncisión y que habían creído , quedaron atónitos, cuantos habían venido con Pedro, de que también sobre los gentiles fuera derramado el don del Espíritu Santo.
Porque les oían hablar en lenguas y engrandecían a Dios. Entonces Pedro respondió: ¿Puede alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros? Y les mandó que se bautizaran en el nombre de Jesucristo, Hechos 10:44-48
Así como también después Pedro nos enseñó abundantemente acerca de los mismos gentiles , diciendo: Y no hizo diferencia entre nosotros y ellos, siendo purificados sus corazones por la fe. Hechos 15:9
Y no habrá duda de que los hombres pueden ser bautizados con el Espíritu Santo sin agua, como veis que éstos fueron bautizados antes de ser bautizados con agua; que los anuncios tanto de Juan como de nuestro Señor mismo quedaron satisfechos, por cuanto recibieron la gracia de la promesa tanto sin la imposición de las manos del apóstol como sin el lavatorio, que obtuvieron después. Y estando purificados sus corazones, Dios les concedió al mismo tiempo, en virtud de su fe , la remisión de los pecados; de modo que el bautismo posterior les confirió sólo este beneficio, que recibieron también la invocación del nombre de Jesucristo , para que nada pareciera faltar a la integridad de su servicio y fe .
6. Y esto también - mirándolo desde el lado opuesto de esta discusión - lo alcanzaron los mismos discípulos de nuestro Señor, sobre quienes, habiendo sido previamente bautizados, el Espíritu Santo finalmente descendió el día de Pentecostés, descendiendo del cielo en verdad por la voluntad de Dios, no por voluntad propia, sino derramada para este mismo oficio, y además sobre cada uno de ellos.
Aunque éstos ya eran justos y, como hemos dicho, habían sido bautizados por el bautismo del Señor , al igual que los mismos apóstoles , los cuales, sin embargo, se encuentran en la noche en que fue aprehendido que todos lo habían abandonado.
E incluso el mismo Pedro, que se jactaba de perseverar en su fe y se resistía obstinadamente a la predicción del Señor mismo, al final lo negó, para que de esta manera se nos mostrara que cualesquiera que fueran los pecados que habían contraído en Mientras tanto y de cualquier manera, estos mismos pecados , por la fe en ellos posteriormente certificada como sincera, fueron sin duda eliminados por el bautismo del Espíritu Santo.
Tampoco, creo, fue por ninguna otra razón que los apóstoles habían encargado a aquellos a quienes se dirigían en el Espíritu Santo, que fueran bautizados en el nombre de Cristo Jesús, excepto que el poder del nombre de Jesús invocado sobre cualquier hombre, mediante el bautismo, no podía proporcionar al que fuera bautizado una pequeña ventaja para alcanzar la salvación , como cuenta Pedro en los Hechos de los Apóstoles, cuando dice: Porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en el que podamos ser salvos. Hechos 4:12
Como también lo desarrolla el apóstol Pablo, mostrando que Dios exaltó a nuestro Señor Jesús, y le dio un nombre que sea sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús todos doblen la rodilla, de las cosas celestiales y terrenal, y debajo de la tierra, y todo.
La lengua debe confesar que Jesús es el Señor en la gloria de Dios Padre. Y aquel a quien, al ser bautizado , se le debe hacer invocación en el nombre de Jesús , aunque obtenga el bautismo bajo algún error, no se le impedirá conocer la verdad.en algún momento u otro, y corrigiendo su error, y viniendo a la Iglesia y al obispo, y confesando sinceramente a nuestro Jesús delante de los hombres; para que entonces, cuando el obispo le impusiera las manos , también él recibiera el Espíritu Santo, y no perdiera aquella antigua invocación del nombre de Jesús.
Lo cual ninguno de nosotros puede rechazar, aunque esta invocación, si fuera desnuda y por sí sola, no podría ser suficiente para proporcionar la salvación , no sea que, según este principio, creamos que incluso los gentiles y herejes , que abusan del nombre de Jesús, podrían alcanzar la salvación. salvación sin la cosa verdadera y completa.
Sin embargo, es extremadamente útil creer que esta invocación del nombre de Jesús, junto con la corrección del error y el reconocimiento de la creencia en la verdad, y con la eliminación de toda mancha de conversaciones pasadas, si se realiza correctamente con el misterio de Dios entre los hombres de esta clase, obtiene un lugar que no hubiera tenido, y finalmente, en la verdadera fe y para el mantenimiento de la integridad del signo, no es obstáculo, cuando se le agrega el suplemento que había faltado; y que es consistente con buena razón, con la autoridad de tantos años, y de tantas iglesias y apóstoles y obispos; así como es la mayor desventaja y daño para nuestra santísima madre Iglesia, ahora por primera vez, de repente y sin razón, rebelarse contra decisiones anteriores después de tan larga serie de tantas edades.
No por otra razón Pedro, que ya había sido bautizado y le había sido preguntado por el mismo Señor qué pensaba del Señor, y que le había sido concedida la verdad de la revelación del Padre en el cielo, confesó que Cristo no sólo era nuestro Señor, sino que era el Hijo del Dios viviente, se demostró posteriormente que había resistido al mismo Cristo cuando anunció su pasión , y por lo tanto fue presentado como llamado Satanás.
Sin otra razón que porque acontecería que algunos, aunque variando en su propio juicio y algo vacilantes en la fe y en la doctrina, aunque fueran bautizados en el nombre de Jesús, si hubieran podido rescindir su erroren algún intervalo de tiempo, no por eso fueron separados de la salvación; pero en cualquier momento en que hubieran llegado a la sensatez , obtenido por el arrepentimiento una sólida esperanza de salvación, especialmente cuando recibieron el Espíritu Santo, ser bautizados por quien es el deber de todo hombre, habrían querido algo así. Así como no entendemos que Pedro en el Evangelio sufrió esto solo, sino todos los discípulos, a quienes, aunque ya bautizados, el Señor dice después: que todos vosotros seréis tropezados en mí, Marcos 14:27 todos los cuales, como observamos que, habiendo enmendado su fe, fueron bautizados después de la resurrección del Señor con el Espíritu Santo.
Para que no sin razón también nosotros hoy creamos que , corregidos de su error anterior, pueden ser bautizados en el Espíritu Santo los hombres que, aunque fueron bautizados en agua en el nombre del Señor, hubieran tenido fe. algo imperfecto.
Porque es de gran importancia si un hombre no es bautizado en absoluto en el nombre de nuestro Señor Jesucristo , o incluso si se detiene en algún aspecto cuando es bautizado con el bautismo de agua, lo cual es de menor importancia siempre que después un La fe sincera en la verdad se manifiesta en el bautismo del Espíritu, que sin duda es de mayor importancia.
7. Tampoco debéis considerar contrario a este trato lo que dijo nuestro Señor: Id, enseñad a las naciones; bautícelos en el nombre del Padre , y del Hijo , y del Espíritu Santo. Mateo 28:19
Porque, aunque esto es verdad y derecho, y debe observarse por todos los medios en la Iglesia, y además se ha acostumbrado a observarse, sin embargo, conviene considerar que la invocación del nombre de Jesús no debe ser considerado inútil por nosotros a causa de la veneración y el poder de ese mismo nombre, en cuyo nombre se acostumbra ejercer todo tipo de poder, y ocasionalmente algunos incluso por hombres ajenos a la Iglesia.
Pero, ¿de qué sirven aquellas palabras de Cristo , que dijo que negaría, y no conocería , a los que le dijeran en el día del juicio: Señor, Señor, no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos? Saqué demonios , y en tu nombre hice muchas obras maravillosas , cuando Él les respondió, incluso con énfasis, Nunca os conocí ; ¿Apartaos de mí, hacedores de iniquidad, Marcos 14:27,
A menos que se nos muestre que también los que hacen iniquidad pueden hacer también estas buenas obras, con la energía superflua del nombre de Cristo?
Por tanto, esta invocación del nombre de Jesús debe ser recibida como un cierto comienzo del misterio del Señor común a nosotros y a todos los demás, que luego podrá completarse con las cosas restantes.
De lo contrario, tal invocación no serviría si permaneciera sola, porque después de la muerte de un hombre en esta posición no se le puede agregar nada en absoluto, ni complementarlo, ni puede, en nada, servirle en el día del juicio. cuando nuestro Señor comenzará a reprocharles las cosas que hemos mencionado anteriormente, a ninguno de los cuales, sin embargo, en este tiempo presente se le podrá prohibir de manera tan dura y cruel ayudarse a sí mismo en las formas que hemos mostrado anteriormente.
8. Pero esto lo harás como de costumbre. contradicen, objetándonos que cuando bautizaron, los discípulos fueron bautizados perfecta y correctamente, y no como estos herejes; y esto debéis suponer necesariamente por su condición y por la de aquel que los bautizó.
Y por eso respondemos a esta proposición tuya, no como acusadores de los discípulos del Señor, sino como obligados, porque es necesario que investiguemos por razones dónde, cuándo y en qué medida ha sido concedida la salvación a cada uno de ellos. a nosotros.
Porque que nuestro Señor nació, y que era el Cristo, parecía por muchas razones ser creído, no injustamente, por sus discípulos, porque había nacido de la tribu de Judá, de la familia de David, y en la ciudad. de Belén; y porque había sido anunciado a los pastores por los ángeles en el mismo momento en que les nació un Salvador; porque siendo vista su estrella en el oriente, había sido muy buscado y adorado por los Magos, y honrado con presentes ilustres y ofrendas distinguidas; porque siendo aún joven, sentado en el templo con los doctores de la ley, había disputado sabiamente, y con la admiración de todos; porque cuando fue bautizado había sido glorificado, como a ningún otro le había sucedido, por el descenso del Espíritu Santo de los cielos abiertos, y por su morada sobre él; y además por el testimonio de su Padre, y también de Juan el Bautista; porque, más allá de la capacidad inferior del hombre , comprendió los corazones y pensamientos de todos los hombres; porque curó y sanó debilidades, y vicios , y enfermedades, con poder muy grande; porque otorgó remisiones de pecados , con testimonio manifiesto; porque expulsó a los demonios por orden suya; porque purificó a los leprososcon una palabra; porque, al convertir el agua en vino, engrandeció la fiesta nupcial con maravillosa alegría; porque restauró o concedió la vista a los ciegos; porque mantuvo la doctrina del Padre con toda confianza; porque en un lugar desierto saciaba con cinco panes a cinco mil hombres; porque los restos y los fragmentos llenaron más de doce cestas; porque en todas partes resucitó a los muertos, según su misericordia; porque Él mandó que los vientos y el mar se calmaran; porque caminó con Sus pies sobre el mar; porque Él realizó absolutamente todos los milagros .
9. Bautismo- Se puede bautizar dos veces-De lo cual, y de muchas obras de esta especie tendientes a su gloria , parecía seguirse, que cualquiera que sea la manera en que piensen los judíos acerca de Cristo , y aunque no crean acerca de Jesucristo nuestro Señor, que aun ellos mismos pensaban que tal y tal grande perduraría sin muerte hasta la eternidad , y poseería el reino de Israel , y del mundo entero para siempre; y que no debe ser destruido.
De donde, además, los judíos se atrevieron a apoderarse de él por la fuerza y ungirlo para el reino, del que ciertamente se vio obligado a evadir; y por lo tanto sus discípulos pensaron que de ninguna otra manera Él les otorgaría la vida eterna, a menos que Él mismo primero hubiera continuado esta vida temporal en aquella eterna en Su propia experiencia.
En fin, cuando pasaban por Galilea , Jesús les dijo: El Hijo del hombre será entregado en manos de los hombres , y le matarán; y después de tres días resucitará. Marcos 9:30 y se entristecieron mucho, porque, como hemos dicho, antes se habían formado una idea muy diferente en su mente y en su corazón. Y además, ésta también era la palabra de los judíos, en contradicción contra él, cuando les enseñaba de sí mismo y les anunciaba las cosas futuras, y decían: Por la ley hemos oído que Cristo permanece para siempre; y cómo ¿Dices que el Hijo del Hombre debe ser levantado? Juan 12:34
Y así había esta misma presunción acerca de Cristo en la mente de los discípulos , así como el mismo Pedro, el líder y jefe de los apóstoles , irrumpió en esa expresión de su propia incredulidad.
Porque cuando él y los demás fueron preguntados por el Señor qué pensaba de Él, es decir, quién pensaba que era, y primero confesaron la verdad , diciendo que era el Cristo, el Hijo del Dios vivo, y por tanto fue juzgado bienaventurado por Él porque había llegado a esta verdad, no según la carne, sino por revelación del Padre celestial; sin embargo, este mismo Pedro, cuando Jesús comenzó a mostrar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén, y sufrir mucho de parte de los ancianos, y de los sacerdotes, y de los escribas, y ser asesinado, y al tercer día resucitar de entre los muertos; sin embargo eso El verdadero confesor de Cristo , a los pocos días, llevándole aparte, comenzó a reprenderle, diciendo: Sé propicio a ti mismo: esto no será; Mateo 16:22 para que por eso mereciera oír del Señor: Apártate de mí, Satanás; sois una ofensa para mí, porque no saboreó las cosas que son de Dios, sino las que son de los hombres.
La cual reprensión contra Pedro se hizo cada vez más evidente cuando el Señor fue prendido, y asustado por la joven, dijo: No sé lo que dices, ni yo te conozco ; Mateo 26:70 y otra vez cuando, bajo juramento, dijo lo mismo; y por tercera vez, maldiciendo y jurando, afirmó que no conocía al hombre, y no una vez, sino muchas veces, lo negó.
Y esta disposición, que debía continuar en él hasta la pasión del Señor, fue manifestada mucho antes por el Señor, para que también nosotros no la ignoráramos.
Otra vez, después de la resurrección del Señor, uno de sus discípulos, Cleofas, cuando, según el error de todos sus condiscípulos, contaba con tristeza lo que le había sucedido al Señor mismo, como a un desconocido, habló así, diciendo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y en palabras delante de Dios y de todo el pueblo; cómo los principales sacerdotes y nuestros gobernantes lo entregaron para ser condenado a muerte y lo clavaron en la cruz.
Pero confiábamos en que había sido Él quien debía haber redimido a Israel . Lucas 24:20-21 Y además de estas cosas, todos los discípulos también juzgaron como mentiras las declaraciones de las mujeres que habían visto al Señor después de la resurrección; y algunos de ellos, cuando le vieron, no creyeron , sino que dudaron; y los que no estaban entonces presentes no creyeron en absoluto hasta que posteriormente el Señor mismo los reprendió y reprochó en todos los sentidos; porque su muerte los había ofendido tanto que pensaban que no había resucitado, quien habían creído que no debía haber muerto, porque contrariamente a su creencia había muerto una vez.
Y así, en lo que respecta a los discípulos mismos, se encuentra que no tenían una fe ni sólida ni perfecta en las materias a las que nos hemos referido; y lo que es mucho más grave, además bautizaron otros, como está escrito en el Evangelio según Juan.
10. Además, ¿qué dirás de aquellos que, en muchos casos, son bautizados por obispos de muy mala reputación, que al final, cuando Dios quiere, condenados por sus crímenes, son incluso privados de su cargo mismo o de todo su poder? ¿comunión? ¿O qué decidiréis de aquellos que hayan sido bautizados por obispos , cuyas opiniones son erróneas o que son muy ignorantes, cuando tal vez no hayan hablado clara y honestamente, o incluso hayan hablado de manera diferente a la que corresponde a la tradición del sacramento?, o al menos haber preguntado algo, o haber preguntado, haber escuchado de quienes respondieron lo que de ninguna manera debería ser preguntado o respondido?
Y aun así esto no daña mucho nuestra verdadera fe, aunque, además, estos hombres más sencillos puedan entregar el misterio de la fe sin la elegancia y el orden que vosotros usaríais. Y seguramente dirás, con esa maravillosa diligencia tuya, que también éstos deben volver a bautizarse, ya que esto es especialmente lo que les falta o les impide recibir, incorruptos, ese misterio divino e inviolable de la fe.
Y sin embargo, oh hombre excelente, atribuyamos y permitimos a los agentes celestiales su poder, y concedamos a la condescendencia de la divina majestad sus operaciones apropiadas; y comprendiendo cuán grande es la ventaja que ello conlleva, concedámoslo con gusto.
Y así, como nuestra salvación está fundada en el bautismo del Espíritu , que en su mayor parte está asociado al bautismo de agua, si en verdad el bautismo ha de ser dado por nosotros, que sea conferido en su integridad y con solemnidad y con todos aquellos medios que están escritos; y que se administre sin desconexión de nada.
O si por la necesidad del caso debe ser administrado por un clérigo inferior , esperemos el resultado, que puede ser suministrado por nosotros o reservado para ser suministrado por el Señor.
Pero si hubiera sido administrada por extraños, que se modifique esta materia como se pueda y como se permita. Como fuera de la Iglesia no hay Espíritu Santo , tampoco puede existir una fe sana, no sólo entre los herejes , sino incluso entre aquellos que están establecidos en el cisma.
Y por eso, los que se arrepienten y son reformados por la doctrina de la verdad, y por la propia fe, que posteriormente ha sido mejorado por la purificación de su corazón, debe ser ayudado sólo por el bautismo espiritual, es decir, por la imposición de las manos del obispo, y por el ministerio del Espíritu Santo . Además, con razón se ha acostumbrado a dar el sello perfecto de la fe de esta manera y según este principio en la Iglesia.
Para que la invocación del nombre de Jesús, que no se puede eliminar, no parezca despreciada por nosotros; lo cual ciertamente no es apropiado; aunque tal invocación, si no le sigue ninguna de las cosas de las que hemos hablado, puede fracasar y quedar privada del efecto de la salvación.
Porque cuando el apóstol dijo que hubo un solo bautismo, Efesios 4:5, necesariamente debe haber sido por el efecto continuo de la invocación del nombre de Jesús, porque, una vez invocado, ningún hombre puede quitarlo, aunque nosotros podría aventurarse, contra la decisión de los apóstoles, a repetirlo dando demasiado, sí, por el deseo de sobreañadir el bautismo.
Si el que vuelve a la Iglesia no quiere volver a ser bautizado, el resultado será que podemos defraudarle del bautismo del Espíritu, a quien pensamos que no debemos defraudar del bautismo de agua.
11. Bautismo- Se puede bautizar dos veces-¿Y qué determinaréis contra la persona de aquel que oye la palabra, y tal vez retoma el nombre de Cristo, luego confesa y ha sido castigado antes de que se le conceda ser bautizado con agua? ¿Declararás que ha perecido por no haber sido bautizado en agua? ¿O, más bien, pensaréis que puede haber algo de fuera que le ayude a la salvación, aunque no esté bautizado en agua?
A vuestro pensamiento de que ha perecido se opondrá la sentencia del Señor, que dice: Al que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos; Mateo 10:32 porque no importa si el que confiesa por el Señor es oidor de la palabra o creyente, con tal que confiese al mismo Cristo a quien debe confesar; porque el Señor, al confesarlo, a su vez honra a su confesor ante su Padre con la gloria de su martirio, como prometió.
Pero esto ciertamente no debe tomarse demasiado liberalmente, como si pudiera extenderse hasta el punto de que cualquier hereje pueda confesar el nombre de Cristo, aunque niegue a Cristo mismo; que cree en otro Cristo, cuando Cristo confiesa que no le sirve de nada; por cuanto el Señor dijo que es necesario que nosotros le confesemos delante de los hombres, lo cual no se puede hacer sin Él y sin veneración de su nombre.
Y, por tanto, ambos deben permanecer junto al confesor, sano y sincero, incontaminado e inviolable, sin que el confesor pueda elegir entre si es justo o pecador, y si es un cristiano perfecto o uno imperfecto, que tiene no temía confesar al Señor bajo su mayor riesgo.
Y esto no es contrario a la discusión anterior, porque en ella queda tiempo para corregir muchas cosas que son malas, y porque algunas cosas se conceden sólo al nombre mismo de nuestro Señor; mientras que el martirio no puede consumarse sino en el Señor y por el Señor mismo, y por tanto nadie puede confesar a Cristo sin Su nombre, ni el nombre de Cristo puede servir a nadie para confesarse sin Cristo mismo.
12. Por tanto, es necesario considerar toda esta discusión para que quede más clara. Porque la invocación del nombre de Jesús sólo puede ser una ventaja si posteriormente se complementa adecuadamente, porque así lo han declarado tanto los profetas como los apóstoles.
Porque Santiago dice en los Hechos de los Apóstoles: Varones hermanos, escuchad: Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles , para tomar de ellos un pueblo para su nombre.
Y con esto concuerdan las palabras de los profetas; como está escrito: Después de esto volveré y reedificaré el tabernáculo de David, que estaba caído; y edificaré nuevamente sus ruinas, y la levantaré de nuevo; para que el resto de los hombres busque al Señor, y todos los gentiles sobre quienes mi nombre es invocado, dice el Señor, que hace estas cosas. Hechos 15:13-17
Por tanto, también el resto de los hombres, es decir, algunos de los judíos y todos los gentiles sobre quienes es invocado el nombre del Señor, pueden y necesariamente deben buscar al Señor, porque esa misma invocación del nombre les brinda la oportunidad, o incluso les impone la necesidad, de buscar al Señor.
Y con éstos prescriben las Sagradas Escrituras, ya sean todas o sólo algunas, para discutir aún más audazmente sobre la verdad que con los gentiles sobre quienes no ha sido invocado el nombre del Señor Jesús, el Hijo del Dios vivo, como tampoco lo ha sido con los judíos que sólo reciben las Escrituras del Antiguo Testamento.
Y así, hombres de ambas clases, es decir, judíos y gentiles , creyendo plenamente como deben, son igualmente bautizados. Pero los herejes que ya están bautizados en agua en el nombre de Jesucristo, sólo deben ser bautizados con el Espíritu Santo; y en Jesús, que es el único nombre dado bajo el cielo por el cual debemos ser salvos, se desprecia razonablemente la muerte, aunque, si continúan como están, no podrán salvarse, porque no han buscado al Señor después de la invocación de su nombre. sobre ellos—así como aquellos que, a causa de falsos Cristos, tal vez se negaron a creer, de quienes el Señor dice: Mirad que nadie os engañe.
Porque muchos vendrán en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo, y engañarán a muchos . Y nuevamente dice: Entonces, si alguno os dijere: He aquí al Cristo, o he aquí allí; No lo creas.
Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios; de modo que, si fuera posible, hasta los mismos escogidos serán engañados. Mateo 24:23-24
Y estos milagros, sin duda , los harán entonces bajo el nombre de Cristo; en cuyo nombre algunos, incluso ahora, parecen hacer ciertos milagros y profetizar falsamente.
Pero es cierto que aquellos, por no ser ellos mismos de Cristo, por lo tanto no pertenecen a Cristo , de la misma manera que si uno se apartara de Cristo, permaneciendo sólo en su nombre, no sería mucho aprovechado; es más, incluso está cargado con ese nombre, aunque antes haya sido muy fiel, o muy justo, o haya sido honrado con algún cargo clerical, o haya estado dotado de la dignidad de la confesión.
Porque todos aquellos, al negar al verdadero Cristo e introducir o seguir a otro, aunque no exista otro, no se dejan esperanza ni salvación ; no de otra manera que aquellos que han negado a Cristo ante los hombres, quienes deben ser negados por Cristo; no teniendo en cuenta su anterior conversación, ni sentimiento, ni dignidad, así como ellos mismos se han atrevido a acabar con Cristo, es decir, su propia salvación, son condenados por la breve sentencia de este tipo, porque fue dicho manifiestamente por el Señor: Cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.
Como esta palabra cualquiera, también en la frase de confesión, nos muestra más plenamente que ninguna condición del confesor mismo puede interponerse en el camino, aunque haya estado ante un negador, o un hereje, o un oyente, o alguien que está comenzando a oír, quien aún no ha sido bautizado o convertido de la herejía a la verdad de la fe, o quien se ha apartado de la Iglesia y luego ha regresado, y luego cuando regresó, antes de que el obispo pudiera imponerle las manos, siendo aprehendido, debe ser obligado a confesar a Cristo delante de los hombres; Incluso en cuanto a aquel que nuevamente niega a Cristo, ninguna dignidad antigua especial puede serle eficaz para la salvación .
13. Porque cualquiera de nosotros considerará necesario que lo último que se encuentre en un hombre a este respecto sea aquello por lo que debe ser juzgado, borrando y borrando todas las cosas que antes había hecho.
Y por tanto, aunque en el martirio hay un cambio tan grande de las cosas en un momento de tiempo, que en un caso muy rápido todas las cosas pueden cambiar; Que nadie se enorgullezca de haber perdido la ocasión de una salvación gloriosa , si acaso se ha excluido de ella por su propia culpa; así como aquella esposa de Lot , que de manera similar sólo en tiempo de angustia, contrariamente al mandato del ángel, miró hacia atrás y se convirtió en una estatua de sal.
Según este principio, el hereje que, por confesar el nombre de Cristo, es condenado a muerte, no puede después corregir nada si ha pensado algo erróneo de Dios o de Cristo, aunque haya engañado creyendo en otro Dios o en otro Cristo. él mismo: no es confesor de Cristo, sino sólo en nombre de Cristo; pues también el apóstol continúa diciendo: Y si entregare mi cuerpo para ser quemado en el fuego, pero no tengo amor de nada me sirve.
Porque de nada aprovecha esta obra el que no tiene el amor de aquel Dios y de Cristo, que así se anuncia en la ley y en los profetas y en el Evangelio : Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con todas las cosas tu mente, y con todo tu pensamiento; y amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Porque de estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas; Mateo 22:37 — como dijo el evangelista Juan: Y todo el que ama, es nacido de Dios , y conoce a Dios; porque Dios es amor; Juan 4:7-8 como también dice Dios: Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna, como es evidente que El que no tiene en sí este amor de amarnos y de ser amado por nosotros, de nada aprovecha una confesión y pasión vacías, excepto que en ella aparece y es claro que es un hereje que cree en otro Dios o recibe otro Cristo que aquel a quien el Declaran manifiestamente las Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento , que anuncian sin ninguna oscuridad al Padre omnipotente, Creador de todas las cosas, y a su Hijo.
Porque les sucederá como a quien espera la salvación de otro Dios. Luego, finalmente, contrariamente a su noción, son condenados al castigo eterno por Cristo, el Hijo de Dios Padre omnipotente , el Creador a quien han blasfemado , cuando Dios comience a juzgar las cosas ocultas de los hombres según el Evangelio por Cristo. Jesús, porque no creyeron en Él, aunque fueron lavados en Su nombre.
14. Y hasta aquí todo aquel bautismo herético puede ser enmendado, después de la intervención de algún espacio de tiempo, si un hombre sobreviviera y enmendara su fe, como nuestro Dios, en el Evangelio según Lucas, habló a sus discípulos, diciendo: Pero tengo otro bautismo con qué ser bautizado . Lucas 12:50 También según Marcos, con el mismo propósito dijo a los hijos de Zebedeo: ¿Podéis vosotros beber de la copa que yo bebo, o ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado ? Marcos 10:38
Porque sabía que aquellos hombres tenían que ser bautizados no sólo con agua, sino también con su propia sangre; para que, bien bautizados sólo en este bautismo , alcancen la sana fe y el simple amor de la fuente, y, bautizados de ambas maneras, de igual modo alcancen en la misma medida el bautismo de salvación y gloria.
Porque lo que dijo el Señor: Tengo otro bautismo con el que ser bautizado , significa en este lugar no un segundo bautismo , como si hubiera dos bautismos, sino que demuestra que hay además un bautismo de otro tipo que se nos ha dado, concurriendo a la misma salvación.
Y convenía que ambas especies fueran primeramente iniciadas y santificadas por el mismo Señor, para que cualquiera de las dos o ambas especies nos permitieran este doble bautismo salvador y glorificante; y se nos podrían abrir de tal manera ciertos caminos del único bautismo, que a veces alguno de ellos falte sin daño, así como en el caso de los mártires que oyen la palabra, el bautismo de agua falta sin mal; y sin embargo estamos seguros de que éstos, si tuvieran alguna indulgencia, también servirían para ser bautizados con agua.
Y también a los que se hacen lícitos creyentes, les falta el bautismo de su propia sangre sin daño, porque, siendo bautizados en el nombre de Cristo, han sido redimidos con la preciosísima sangre del Señor; ya que ambos ríos del bautismo del Señor salgan de una misma fuente, para que todo el que tenga sed venga y beba, como dice la Escritura: De su vientre brotaron ríos de agua viva; Juan 7:38 cuyos ríos se manifestaron primeramente en la pasión del Señor, cuando de su costado, traspasado por la lanza del soldado, brotó sangre y agua, de modo que de un lado de la misma persona arrojaban dos ríos de diferente especie, que cualquiera que creyera y bebiese de ambos ríos, podría ser lleno del Espíritu Santo.
Porque hablando de estos ríos, el Señor expresó esto, indicando el Espíritu Santo que debían recibir los que creyeran en él: Pero el Espíritu aún no había sido dado, porque Jesús aún no había sido glorificado . Juan 7:39 Y cuando dijo así cómo se puede producir el bautismo , que el apóstol declara ser uno, ciertamente es manifiesto según ese principio que hay diferentes clases de un mismo bautismo que fluye de una misma herida en agua y sangre. ; porque hay dos bautismos de agua de los que hemos hablado, es decir, de una misma especie, aunque el bautismo de cada especie debe ser uno, como hemos hablado más ampliamente.
15. Y puesto que parecemos haber dividido todo el bautismo espiritual en tres partes, pasemos también a la prueba de lo dicho, para que no parezca que lo hemos hecho por nuestro propio juicio y con temeridad.
Porque Juan dice de nuestro Señor en su epístola, enseñándonos: Éste es el que vino por agua y sangre, Jesucristo; no sólo con agua, sino con agua y sangre; y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es verdad. Porque tres dan testimonio : el Espíritu , el agua y la sangre; y estos tres son uno; 1 Juan 5:6 — para que podamos deducir de estas palabras que el agua suele conferir el Espíritu , y que la propia sangre de los hombres suele conferir el Espíritu , y que también el Espíritu mismo suele conferir el Espíritu.
Porque así como el agua se derrama como sangre, así también el Espíritu fue derramado por el Señor sobre todos los que creyeron.
Ciertamente, tanto en agua como en su propia sangre, y especialmente en el Espíritu Santo , los hombres pueden ser bautizados . Porque Pedro dice: Pero esto es lo que dijo el profeta; Acontecerá en los postreros días, dice el Señor, que derramaré mi Espíritu sobre toda carne; y sus hijos y sus hijas profetizarán, y sus jóvenes verán visiones, y sus ancianos soñarán sueños; y sobre mis siervos y sobre mis siervas derramaré de mi Espíritu; Hechos 2:17-18
Espíritu que descubrimos que fue comunicado en el Antiguo Testamento, no en todas partes ni en general, sino con otros dones; o, más aún, haber surgido por su propia voluntad en ciertos hombres, o haberlos investido, o haber estado sobre ellos, así como observamos que fue dicho por el Señor a Moisés, acerca de los setenta ancianos: Y haré tomad del Espíritu que está sobre vosotros, y lo pondréis sobre ellos. Números 11:17
Por lo cual también, conforme a su promesa, Dios puso sobre ellos de otra parte del Espíritu que había estado sobre Moisés , y profetizaron en el campamento. Y Moisés , como hombre espiritual, se alegró de que esto hubiera sucedido, aunque Jesús, hijo de Nave, lo persuadió de mala gana a oponerse a esto, y no fue inducido por ello.
Además, también en el libro de los Jueces, y también en el libro de los Reyes, observamos que sobre varios estaba el Espíritu del Señor , o que Él vino a ellos, como sobre Gothoniel, Gedeón, Jefté, Sansón., Saúl, David y muchos otros.
De lo cual resulta que el Señor nos ha enseñado muy claramente por ellos la libertad y el poder del Espíritu Santo, acercándose por su voluntad, diciendo: El Espíritu sopla donde quiere; y oís su voz, y no sabéis de dónde viene ni adónde va. De modo que, además, a veces se encuentra el mismo Espíritu sobre aquellos que no son dignos de Él; ciertamente no en vano o sin razón, sino por alguna operación necesaria; como estuvo sobre Saúl, sobre quien vino el Espíritu de Dios , y profetizó.
Sin embargo, en días posteriores, después que el Espíritu del Señor se apartó de él, y después de que un espíritu maligno del Señor lo atormentara, porque entonces había venido, después de los mensajeros que antes había enviado con cuidado, con la intención de matar a David; y por tanto se unieron al coro de los profetas, y profetizaron, de modo que no podían ni querían hacer lo que se les había ordenado. Y creemos que el Espíritu que estaba sobre todos ellos hizo esto con admirable sabiduría, por voluntad de Dios.
El cual Espíritu también llenó a Juan el Bautista incluso desde el vientre de su madre; y cayó sobre los que estaban con el centurión Cornelio antes de ser bautizados en agua. Así, adhiriéndose al bautismo de los hombres , el Espíritu Santo o lo precede o lo sigue; o a falta del bautismo de agua, cae sobre los que creen . Se nos aconseja que, o debemos mantener debidamente la integridad del bautismo , o si por casualidad el bautismo es dado por alguno en el nombre de Jesucristo , debemos complementarlo, guardando la santísima invocación del nombre de Jesucristo , como lo hemos expuesto más abundantemente; guardando, además, la costumbre y autoridad que tanto reclaman nuestra veneración durante tanto tiempo y por tan grandes hombres.
16. Pero como la primera parte de este argumento parece estar desarrollada, debemos tocar la parte siguiente, a causa de los herejes; porque es muy necesario no pasar por alto esa discusión que una vez cae en nuestras manos, no sea que algún hereje se atreva, por su sutileza, a atacar a los de nuestros hermanos más simples.
Porque porque Juan dijo que debemos ser bautizados en Espíritu Santo y en fuego, de que pasó a decir y fuego , algunos hombres desesperados se han atrevido a tal punto a llevar su depravación, y por eso hombres muy astutos buscan cómo de este modo pueden corromper y violar, e incluso neutralizar, el bautismo de santidad.
Quienes derivan el origen de su noción de Simón el Mago, practicándola con múltiples perversidades a través de diversos errores; a quien Simón Pedro, en los Hechos de los Apóstoles, dijo: Tu dinero perezca contigo, por cuanto has pensado que la gracia de Dios se puede poseer con dinero; no tienes parte ni suerte en este trabajo; porque tu corazón no está bien con Dios . Hechos 8:20-21
Y hombres como éstos hacen todas estas cosas con el deseo de engañar a los más sencillos o a los más curiosos.
Y algunos de ellos intentan argumentar que sólo administran un bautismo sano y perfecto, no como nosotros, un bautismo mutilado y restringido, que se dice que designan de tal manera, que tan pronto como descienden al agua, aparece inmediatamente el fuego. el agua.
Lo cual, si puede lograrse mediante algún truco, como se afirma que lo son varios trucos de esta especie (de Anaxilao), ya sea algo natural mediante el cual esto pueda suceder, ya sea que piensen que lo contemplan, o ya sea que el el trabajo y el veneno mágico de algún ser maligno pueden expulsar el fuego del agua; Aún así, declaran que tal engaño y artificio es un bautismo perfecto , que si los hombres fieles han sido obligados a recibir, seguramente no habrá duda de que han perdido lo que tenían.
De la misma manera, si un soldado después de prestar juramento abandona su campamento y en el campamento enemigo desea prestar un juramento de otro tipo, es claro que de esta manera queda liberado de su antiguo juramento. .
17. Además, si un hombre así volviera a vosotros, seguramente dudaréis si puede recibir el bautismo o no; y, sin embargo, te corresponderá, en todo lo que puedas, ayudar incluso a este hombre si se arrepiente.
Porque de este bautismo adúltero, incluso asesino, si hay otro autor, es ciertamente un libro ideado por estos mismos herejes en nombre de este mismo error, que lleva por título La predicación de Pablo; en cuyo libro, contrariamente a todas las Escrituras, encontrará a Cristo confesando su propio pecado (aunque Él solo no pecó en absoluto) y casi obligado por su madre María a recibir de mala gana el bautismo de Juan.
Además, que cuando fue bautizado, se vio fuego sobre el agua, lo cual no está escrito en ninguno de los evangelios . Y que después de tanto tiempo, Pedro y Pablo , después de la recopilación del Evangelio en Jerusalén, y la consideración mutua, el altercado y el arreglo de las cosas que finalmente habían de hacerse, se conocieron, como si fuera entonces por primera vez; y algunas otras cosas ideadas de esta manera de manera vergonzosa y absurda; todas las cuales encontrarás reunidas en ese libro.
Pero aquellos que no ignoran la naturaleza del Espíritu Santo , entienden que lo que se dice del fuego se dice del Espíritu mismo.
Porque en los Hechos de los Apóstoles, según la misma promesa de nuestro Señor, el mismo día de Pentecostés, cuando el Espíritu Santo descendió sobre los discípulos para ser bautizados en Él, se vieron sentados sobre cada uno lenguas como si de fuego, para que fuera manifiesto que fueron bautizados con el Espíritu Santo y con fuego, es decir, con ese Espíritu que era, ya sea fuego, o como fuego, tal como el fuego que ardía en la zarza, y no hacía nada. no consumir la zarza; y tal como es aquel fuego que es el Espíritu del Ángel, como dice la Escritura, que hace de sus ángeles espíritus, y de sus ministros fuego ardiente; a quien si te pareces, o eres compañero o partícipe, no podrás temer ningún fuego, ni siquiera el que, yendo delante del Señor en el día del juicio, consumirá al mundo entero, excepto a los que estén bautizados en el Espíritu Santo y en fuego.
18. Y el Espíritu , en verdad, continúa hasta el día de hoy invisible a los hombres , como dice el Señor: El Espíritu sopla donde quiere; y no sabéis de dónde viene ni adónde va. Juan 3:8
Pero al comienzo del misterio de la fe y del bautismo espiritual , se veía claramente que el mismo Espíritu se asentaba sobre los discípulos como si fuera fuego.
Además, abiertos los cielos, descendieron sobre el Señor como paloma; porque muchas cosas, sí, casi todas las cosas que habían de ser, son manifiestas, las cuales, sin embargo, eran sólo invisibles, ahora también se muestran a los ojos y a la incredulidad de los hombres, ya sea parcialmente, o a veces, o en figura. , para el fortalecimiento y confirmación de nuestra fe . Pero tampoco debo omitir lo que bien anuncia el Evangelio.
Porque nuestro Señor dice al paralítico: Ten ánimo, hijo mío, tus pecados te son perdonados, Mateo 9:2 , para mostrar que los corazones fueron purificados por la fe para el perdón de los pecados que sobrevendrían.
Y esta remisión de pecados obtuvo también aquella mujer que era pecadora en la ciudad, a la cual dijo el Señor: Tus pecados te son perdonados. Y cuando los que estaban recostados comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste que perdona los pecados ? Lucas 7:50 – porque acerca del paralítico los escribas y fariseos habían murmurado enojados – el Señor dice a la mujer : Tu fe te ha salvado; ve en paz. Lucas 7:50
De todo lo cual se muestra que los corazones son purificados por la fe, pero las almas son lavadas por el Espíritu; Además, también que los cuerpos se lavan con agua, y además que con sangre podemos alcanzar más fácilmente de inmediato la recompensa de la salvación .
19. Creo que hemos cumplido plenamente el anuncio de Juan Bautista, de donde comenzamos nuestro discurso, cuando dijo a los judíos: Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero mayor que yo es el que viene detrás de mí, de quien no soy digno de desatar la correa del zapato: él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. Lucas 3:16
Además, pienso también que no hemos ordenado inadecuadamente la enseñanza del apóstol Juan, que dice que tres dan testimonio: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres son uno.
Y, si no me equivoco, también hemos explicado lo que dice nuestro Señor: Juan a la verdad bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo Hechos 1:5
Además, creo que no hemos dado razón débil como causa de la costumbre. Tengamos cuidado, aunque lo haremos en un lugar posterior, de que nadie piense que estamos agitando el presente debate sobre un solo artículo; aunque esta costumbre por sí sola debería, entre los hombres que temen a Dios y son humildes, mantener un lugar principal.
Nota:
Fuente. Traducido por Robert Ernest Wallis. De los Padres antenicenos , vol. 5. Editado por Alexander Roberts, James Donaldson y A. Cleveland Coxe. ( Buffalo, NY: Christian Literature Publishing Co., 1886. ) Revisado y editado para New Advent por Kevin Knight. <http://www.newadvent.org/fathers/0515.htm>.
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